el mito y la ilusión de la alquimia

Un breve texto, la Tabula smaragdina, tuvo importancia incalculable en la historia del pensamiento científico y filosófico occidental (1). La alquimia es, acaso, de las ciencias "mágicas", aquella sobre la que más intensamente se acumulan las sombras y sobre la que más difícil resulta encontrar explicaciones satisfactorias. El elixir y la "piedra filosofal" representaron el fin último de infinitas generaciones de investigadores, sabios e ilusos, y ello más allá de las fronteras del Medievo. Todavía hoy, entre los ocultistas siguen insistiendo los epígonos de Nicolás Flamel o de Calandrino, mientras un libro inquieto e inquietante de Elémire Zolla parece señalar un camino y Jacques Bergier recuerda que las pesquisas de los científicos modernos han "revalorado" muchas antiguas "ilusiones".
Una de éstas tal vez sea el "elixir" o la "fuente" de la eterna juventud, tema muy relacionado con la alquimia muy estrechamente (la trasmutación, la resurrección, el comienzo de un nuevo ciclo). Lo encontramos en nuestros textos y más aún en la iconografía: basta pensar en un ejemplo célebre, los frescos del castillo de la Manta. Para este tema, a nivel folklórico, cf. G. Cocchiara, "La Fontana della Vita", Echi del simbolismo acquatico nella novellistica popolare, en idem, Il paese di Cuccagna, Turín, 1956, pp. 126-158.
1. Lo verdadero sin mentira es cierto y muy cierto. Lo que está abajo es como si estuviera arriba y lo que está arriba es como si estuviera abajo, (2) para cumplir los milagros de una sola cosa.
2. Así como todas las cosas fueron creadas de una cosa sola, por la meditación de uno solo, todas las cosas nacieron de esta cosa única por adaptación.
3. Su padre es el sol y su madre es la luna. El viento lo llevó en su propio vientre y su señorío es la tierra.
4. Es el padre de toda la armonía del mundo.
5. Es completa su virtud cuando se convierte en tierra.
6. Separarás con esmero y habilidad la tierra del fuego, lo sutil de lo denso.
7. Sube de la tierra al cielo, vuelve a bajar a la tierra y adquiere la fuerza de lo superior y lo inferior. Así poseerás la gloria del mundo entero; toda oscuridad se alejará de ti.
8. Ésta es la virtud fuente de toda virtud porque domina toda cosa sutil y prevalece sobre todo lo sólido.
9. El microcosmos se crea de este modo a imagen del macrocosmos.
10. Por esta razón y de este modo se obtienen resultados maravillosos.
11. Y porque poseo las tres partes de la sabiduría del mundo fui llamado Hermes tres veces grande. (3)
12. Lo que he dicho de la operación del sol ha terminado. (4)
En la cima de esta montaña hay una fuente, que tiene el olor y el sabor de todas las clases de especias, y cada hora cambia de olor y sabor, y quienquiera que beba tres veces en ayunas, queda curado de cualquier enfermedad que sufra, y los habitantes de los alrededores, que beben en ella con frecuencia, jamás han padecido enfermedad alguna, y siempre, mientras ha durado su vida, han tenido juvenil aspecto. Yo bebí tres o cuatro veces y todavía me parece sentirme mejor; y dicen que esta fuente viene del paraíso, tanta es su virtud. Algunos la llaman la fuente de la juventud, porque los que acostumbran beber en ella siempre parecen jóvenes. (5)
(1) Y para los poetas. Recordemos, por supuesto, su impronta en J. E. Cirlot.
(2) Francisco Pino ha usado también las palabras "la luna está arriba, / debajo" como motivo repetido, casi como conjuro mágico, en sus Antisalmos.
(3) Hermes Trimegisto. Ver hilo hermético.
(4) Tabla de Esmeralda, cit. en T. Burckhardt, L’alchimia, trad. it., Turín, 1961 pp. 168-169. (Hay traducción castellana de este libro y diferentes eds. de la Tabula smaragdina.)
(5) I viaggi di Giovanni da Mandavilla, en toscano antiguo, a c. de F. Zambrini, Bolonia, 1968, II, pp. 37-38. (De El libro de las maravillas de Juan de Mandavilla hay trad. cast. del s. XVI, reed. modernamente, a c. de J. E. Martínez Ferrando, Madrid, 1958).
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